se trata de sostener tu pincel por la boca
en un parón un quebrado un salvaje incremento
no consigo
adivinar
la clave
de la tarea en respiración
aceptar que la arena sobrevuela los caminos
vocalizar las palabras que escupe la entraña
contemplar
a quién
sino
mi rostro
unos ojos no dejan de cerrarse
para así una piel
que no es quiste pero arde
(cerillas de humanos niños que gritan adultos)
déjate la nariz que sepa el horizonte
déjate saber más
déjate saber más
déjate
al mar su corriente de espiral afilada
morir para
la recreación
¿existe el vuelo mañana?
De poemario Lágrima, María Cánovas
Fotografía: María Cánovas
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